La tómbola, el plan C

Cuando muchos pensábamos que habíamos logrado blindar al INE, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, anunció el plan C de López Obrador: la tómbola. López Obrador tiene, desde su derrota en la elección presidencial del 2006, un coraje en contra del INE. Está convencido, o lo usa como pretexto para controlar al Instituto Electora, que le robaron la elección y que los consejeros del entonces IFE fueron cómplices de ese fraude.

Fui candidato a jefe de gobierno por el PAN en esa elección y el triunfo de Calderón se debió, en parte, a los votos adicionales que logramos en la ciudad y que fueron definitivos para la pequeña diferencia que tuvo sobre López Obrador. Nunca pudo asimilar y aceptar su derrota y desde entonces tiene el objetivo de acabar con el ahora INE.

Su plan A, una reforma constitucional para controlar a INE, a través de debilitar a los partidos de oposición, controlar a los consejeros del INE poniendo a votación de la gente los nuevos nombramientos y controlar el Congreso eliminando los plurinominales fracasó, ya que no contó con los votos necesarios para cambiar la Constitución.

Su plan B, reformas a la leyes electorales, aunque fue aprobado en la Cámara de Diputados y lo será en el Senado, seguramente será rechazado por la Corte, sobre todo ahora que recuperó su autonomía con el nombramiento de la nueva Presidenta. Por eso, no renuncia la ministra Esquivel, López Obrador la necesita para evitar que su plan B se venga a bajo, sin embargo, son tan claras las violaciones a la Constitución que yo tengo confianza que los demás ministros las rechazarán.

Ahora el secretario de Gobernación nos anunció el plan C, avanzar en el control del INE con el nombramiento de tres nuevos consejeros y el presidente del INE afines a López Obrador, a través de una tómbola. Para la elección de los nuevos consejeros se integra un Comité Técnico de Evaluación, con siete miembros (dos de la CNDH, dos INAI y tres de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados) que analiza las propuestas de aquellos que están interesados en ser consejeros y elabora una quinteta por cada consejero vacante.

Cada una de estas quintetas se pone a votación requiriéndose una mayoría calificada para el nombramiento de uno de los integrantes y en caso de que después de dos votaciones esta mayoría no se logre, se ponen los nombres de la quinteta en una tómbola y el que salga será el nuevo consejero o consejera.

A primera vista el método parecería que garantiza un nombramiento democrático de los consejeros, pero como Morena y sus aliados tendrán la mayoría en el Comité Técnico que elabora las quintetas, seguramente las integrarán con personas afines a López Obrador, que serán rechazadas por la oposición, no lográndose la mayoría calificada y por lo tanto se irán a la tómbola como lo anunció el secretario, de tal manera que el que gane será un consejero afín totalmente a los intereses de López Obrador y el gobierno.

Si bien en la elección pasada de consejeros se logró un acuerdo y los propuestos fueron votados por mayoría calificada, en esta ocasión le picamos la cresta a López Obrador al bloquear sus reformas constitucionales y las leyes secundarias y decidió dejar de lado la democracia y el consenso con la oposición e irse a la tómbola que le asegura cuatro nuevos consejeros y el presidente del INE afines a sus intereses. Lo único que nos queda ahora es trabajar de cerca con los otros consejeros y consejeras para mantener la imparcialidad del INE.